La elección de los electrodomésticos que adquirimos para nuestra casa no es una cuestión baladí. Estos deben ir en consonancia con el estilo de hogar que queremos, con la decoración principal y con el ambiente que queremos crear para nuestro día a día.
En esta web puedes consultar una gran variedad de recomendaciones sobre electrodomésticos; pero hoy nos centramos en dar consejos para que estilo y funcionalidad vayan siempre de la mano. Coge tu libreta y anota:
1. Dilucidar que estilo queremos para la decoración de la cocina. El primer paso es tener claro cuál es nuestro modelo decorativo y qué posibilidades contemplamos con los electrodomésticos que tenemos: estilo casual, vintage, retro, chic, moderno, rústico, minimalista, colorido… Estilos hay tantos como gustos, pero hay que precisar qué anhelamos para comenzar a montar la cocina de forma planificada.
2. Buscar un asesoramiento técnico o diseñar previamente un modelo de cocina. Es posible que tengamos una idea que queramos plasmar en nuestra cocina pero no sepamos como materializarla. Para ello podemos contratar los servicios de un decorador de interiores especializado en cocinas. Si no nos llega el presupuesto, activamos el plan B. Realizar un trabajo de investigación y/o consulta de modelos que nos han gustado para seguir luego esa senda.
3. El acero inoxidable, comodín de los decoradores. Pues sí, no solo son electrodomésticos que tienen una vida útil muy larga por su resistencia al desgaste, sino que al ser grises, su acero inoxidable combina con casi cualquier tipo de color o apariencia que le queramos dar a nuestra cocina. El estilo industrial está definitivamente de moda: podemos encontrar frigoríficos, microondas, lavavajillas, secadoras u hornos de este material.
4. Distribuir correctamente los elementos. Que sí, que es muy importante tener la cocina bien bonita y que de gusto cocinar en ella, pero si no somos pragmáticos y funcionales, su día a día en ella puede ser muy duro. Lo ideal es distribuir todo para que tengamos siempre a mano utensilios y electrodomésticos, además de optimizar el espacio. Dependiendo de la amplitud de la cocina podremos permitirnos más o menos licencias en su decoración. Consejo clave: no sobrecargar nuestra cocina; es preferible ser minimalistas a provocar una sensación continua de agobio. La ergonomía es importante.
5. Respetar los tonos cromáticos. ¿Tonos fuertes, medios, blancos-grises o cálidos? He ahí la cuestión. A casas más desenfadas le puede venir bien un estilo más atrevido, por contra, si nuestro hogar es más tradicional podemos tirar hacia las tonalidades castañas y marroncitas. También tenemos que tener en cuenta qué suelo tenemos en nuestra cocina: pues este servirá de contraste o complemento. Todo influye; todo cuenta en ese golpe de vista que hace que nos sintamos a gusto en nuestra cocina.
6. Los accesorios y complementos cuentan. Parece una perogrullada, pero debemos intentar que el menaje de la cocina tenga consonancia con el resto de la decoración. Poco tiene que ver una cocina gris, moderna y de acero inoxidable con elementos rústicos propios de las cocinas de madera. Accesorios, menaje, muebles, suelo… la línea decorativa debe guardar proporcionalidad (algún contraste sí, todo contrastes nunca) y sentido del gusto.
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