Vivir en un espacio pequeño puede ser una forma estupenda de ahorrar dinero y vivir de forma sostenible, pero no está exento de inconvenientes. El mayor de ellos suele ser el desorden. Si te enfrentas a un espacio pequeño desordenado, aquí tienes algunos trucos que puedes utilizar para eliminarlo de una vez por todas.
Empieza con un plan y haz una gran limpieza
Si tienes un espacio pequeño que quieres desordenar, lo primero que debes hacer es trazar un plan. Empieza por anotar todas las habitaciones de tu casa y las causas del desorden en cada una de ellas. ¿Hay demasiados libros en tu dormitorio? ¿Demasiadas sábanas en el armario de la ropa blanca? ¿Demasiada ropa sin usar en el armario?
Sea lo que sea, debes hacer una lista de todo lo que tienes que hacer para solucionarlo, de modo que puedas seguir por el buen camino mientras desordenas.
Una vez que hayas hecho la lista, lo siguiente que tienes que hacer es una limpieza a fondo. Esto significa revisar cada habitación y deshacerte de las cosas que ya no quieres o necesitas. Puede resultar difícil desprenderse de las cosas, pero si quieres tener un espacio libre de desorden en un futuro próximo, éste es un paso fundamental que tienes que dar.
Usa soluciones de almacenamiento pequeñas y eficaces
Tener un espacio pequeño significa que tendrás que ser creativo con las soluciones de almacenamiento. Empieza por priorizar los objetos que necesitarás guardar y luego busca soluciones de almacenamiento pequeñas y eficaces. Por ejemplo, considera la posibilidad de utilizar zapateros sobre la puerta de los armarios para guardar cosas como bufandas, sombreros, bolsos y cinturones.
También puedes utilizar recipientes de almacenaje bajo la cama y cubos transparentes para guardar ropa, sábanas y juguetes. La clave de un almacenamiento eficaz es utilizar cosas compactas y de fácil acceso, para que las utilices con frecuencia.
Deshazte de los objetos innecesarios
Mientras revisas y ordenas tu espacio, es importante que te deshagas de los objetos que ya no quieres o necesitas. Tener objetos innecesarios puede dar la sensación de que tienes más desorden del que realmente tienes, así que asegúrate de analizar críticamente cada objeto y preguntarte si quieres conservarlo. Si la respuesta es no, deshazte de él.
Mantente al tanto de la limpieza y la organización
Típicamente, lo que ocurre en los espacios pequeños es que te tomas tu tiempo para limpiar y organizar, pero luego, como hay tan poco espacio para empezar, puede descontrolarse rápidamente. Para evitarlo, considera la posibilidad de programar un día de limpieza y organización una vez al mes.
Dedica una hora o dos a revisar cada habitación y limpiarla a fondo. No tiene por qué ser sólo una limpieza física; también puedes dedicar tiempo a repasar cada habitación y organizar los objetos que contiene. Esto te ayudará a mantener a raya cualquier posible desorden y te permitirá aprovechar al máximo tu espacio.
Sé sincero contigo mismo sobre las limitaciones de espacio
Por último, es importante que seas sincero contigo mismo en lo que respecta a las limitaciones del espacio del que dispones. Una vez que hayas desordenado, limpiado y organizado el espacio, tienes que ser realista sobre lo que puedes y no puedes guardar en él. No intentes llenarlo en exceso de muebles ni guardes en él cosas que sólo ocupan espacio innecesario.
Tener un espacio libre de desorden se convierte rápidamente en una realidad cuando utilizas los trucos mencionados anteriormente. Recuerda que merece la pena dedicar tiempo a revisar y desordenar tu espacio, ya que te permitirá aprovechar al máximo el espacio de que dispones.
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