Cuando pensamos en arquitectura, pronto se nos vienen a la mente imágenes de edificios imponentes como lo son los rascacielos de Nueva York y de Dubái. También monumentos históricos que han perdurado al paso del tiempo. No obstante, es importante tener en cuenta que esta disciplina envuelve a todo cuanto nos rodea: desde las viviendas en las que residimos hasta el diseño de interiores de los espacios por los que nos movemos. Por consiguiente, hemos querido hacer un homenaje a esta maravilla artística y darle todo el reconocimiento que se merece. A pesar de los grandes problemas por los que ha pasado la profesión en las últimas décadas.
En qué consiste la arquitectura
Empecemos por el principio: en qué consiste exactamente la arquitectura. O, dicho de otro modo, cuál es el rol de un arquitecto. Este profesional es el encargado de poner en marcha todo el diseño de una construcción y de dar las órdenes necesarias para garantizar que todo se desarrolla correctamente. Es decir, hacen un trabajo sobre plano y en la misma obra en cuestión.
Si bien es cierto que es fundamental tener un absoluto dominio técnico sobre todo lo que envuelve la edificación, es igual de importante gozar de unos elevados índices de creatividad. A fin de cuentas, la arquitectura es una de las primeras disciplinas artísticas y la mente del profesional es esencial para que todo responda al mayor grado de excelencia posible.
Asimismo, en lo que respecta a las habilidades sociales, el arquitecto debe ser capaz de entender a sus clientes para así ofrecer un servicio personalizado y adaptado a sus deseos. Todo ello manteniendo una visión global sobre los espacios en los que va a trabajar, lo cual le permitirá respetar el diseño arquitectónico de la zona y, por supuesto, el medio ambiente en su conjunto.
Los cuatro estilos de arquitectura
Ahora que ya hemos establecido qué es la arquitectura, queremos hacer un pequeño repaso histórico a esta profesión. Se trata de una de las artes más antiguas de la humanidad, presente hace muchos milenios atrás. Por consiguiente, no es extraño que se hayan ido sucediendo diferentes corrientes según la época en cuestión.
El primer estilo arquitectónico es el clásico, que va del siglo VII a.C. hasta el V d.C. (han pasado casi 3.000 años desde sus orígenes). Después encontramos la arquitectura gótica, famosa por los arcos apuntados, las bóvedas de crucería y las vidrieras, y fue del siglo XII al XV. También destaca la arquitectura renacentista, popular en el siglo XV y el XVI, donde se buscaba la perfección más absoluta.
Todos estos estilos se pueden apreciar en diferentes monumentos que siguen en buen estado de conservación. Incluso en proyectos innovadores que buscan representar dichos tipos de arquitectura. No obstante, en la actualidad destaca la arquitectura moderna, la cual vio la luz en el siglo XX. Ahora convertida en arquitectura contemporánea, que renueva los materiales y la utilización de los espacios y ya ha encontrado un hueco propio en la historia de la humanidad.
El papel de los estudios de arquitectura
Como habrás podido observar, la arquitectura lleva presente en la historia del ser humano desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, ha sabido reinventarse y avanzar conforme lo hacía la sociedad. Todo esto nos ha llevado al día de hoy, donde los estudios de arquitectura representan la principal fuerza profesional en lo que respecta a este tipo de proyectos. Pero, ¿cuáles son los trabajos más relevantes en el sector?
Puede que los proyectos de edificación de nueva planta y los de reforma sean los más populares y por los que mucha gente se pone en contacto con un estudio de arquitectura. No obstante, estos especialistas también asumen labores de paisajismo, diseño de interiores, gestión y dirección de obras o intervenciones en edificios que se deben rehabilitar.
Una serie de tareas que hacen que nuestro entorno urbano sea bello, se encuentre en buen estado de conservación y, en definitiva, sea un reflejo de nuestra época.
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