Consejos

¿Se acaba tu contrato de alquiler? Esto es lo que nadie te cuenta

Google+ Pinterest LinkedIn Tumblr

Tu contrato de alquiler está a punto de terminar. Y de repente te asaltan las dudas:

¿Me pueden echar? ¿Pueden subirme el alquiler? ¿Qué pasa si quiero seguir viviendo aquí?

Tranquilo. Aquí vas a encontrar respuestas claras, prácticas y directas a todas esas preguntas que nadie te cuenta… pero que todos deberíamos saber.

¿Qué pasa cuando termina el contrato de alquiler?

Al llegar al final del contrato de alquiler, se abren varias posibilidades:

1. Prórroga automática: si ninguna de las partes dice lo contrario, el contrato puede prorrogarse legalmente hasta un máximo de 3 años tras la duración inicial, y un año adicional si el inquilino lo solicita.

2. Renovación con nuevas condiciones: el propietario puede proponerte seguir, pero con una nueva renta o cláusulas diferentes. Y aquí es donde hay que estar atentos.

3. Finalización: si el propietario te comunica que no quiere renovar y cumple con el preaviso legal de 4 meses, tendrás que abandonar la vivienda.

En este artículo de Alquiler Seguro puedes leer más sobre qué ocurre y resolver una de las dudas más comunes: si se me acaba el contrato de alquiler me pueden echar.

¿Pueden subirme el alquiler al renovar?

Sí, pero no de cualquier manera.

Desde la entrada en vigor de la nueva Ley de Vivienda, los propietarios deben atenerse al nuevo Índice de Referencia de Precios (IRAV) que limita los incrementos en la renta.

Por ejemplo, en enero de 2025 el IRAV marcó una subida máxima del 2,20%. Esto quiere decir que no pueden subirte el alquiler más allá de ese porcentaje, a menos que el contrato incluya otra fórmula pactada.

Por eso es tan importante leer bien lo que firmaste y revisar las cláusulas económicas.

Para conocer los detalles exactos de cuándo y cómo pueden hacerlo, puedes consultar  sobre cuándo se puede subir el alquiler.

¿Qué hago si quiero quedarme?

Si estás cómodo en tu vivienda y quieres continuar, la mejor estrategia es anticiparte.

Comunica al propietario tu intención de renovar con al menos 30 días de antelación. Así podrás negociar en calma y buscar una solución beneficiosa para ambos.

Recuerda que el propietario también debe avisarte con antelación si no quiere renovar: al menos 4 meses antes de la finalización del contrato. Si no lo hace en tiempo, el contrato podría prorrogarse automáticamente.

¿Y si el propietario no quiere renovar?

Si ha seguido el procedimiento legal (te avisó en plazo y por escrito), no puedes obligarle a renovarlo.

En ese caso, tendrás que buscar una nueva vivienda y marcharte en la fecha indicada. Pero si no cumplió con los plazos, tienes derecho a quedarte un tiempo más bajo la prórroga tácita.

En cualquier escenario, contar con asesoramiento profesional es clave para evitar conflictos y defender tus derechos como inquilino.

¿Quién paga las reparaciones al finalizar?

Al dejar una vivienda en alquiler, es habitual que surjan dudas sobre quién debe asumir ciertos gastos, como arreglos o cambios en instalaciones.

La ley es clara:

El propietario debe encargarse de las reparaciones necesarias para que la vivienda sea habitable (humedades, electrodomésticos básicos, fontanería estructural…)

El inquilino, en cambio, debe hacerse cargo de los arreglos por desgaste del uso ordinario o daños que haya causado.

¿Y si hay que cambiar la cerradura? ¿Quién paga?

Depende. Si es por uso habitual o deterioro con el tiempo, es el propietario. Si la cambias tú por voluntad propia o por haber perdido las llaves, te corresponde pagarlo.

Este tema se explica muy bien en este artículo de Alquiler Seguro sobre quien paga cambio cerradura inquilino o propietario.

¿Qué pasa si me quedo sin renovar?

Si te quedas en la vivienda sin firmar un nuevo contrato y sin que haya prórroga legal, el propietario puede iniciar un proceso de desahucio.

Y eso implica un procedimiento judicial que podría afectarte económicamente y manchar tu historial como inquilino.

Siempre es mejor negociar, firmar y dejarlo todo claro por escrito.

Dolores comunes: lo que no te cuentan

Uno de los mayores dolores para los inquilinos al finalizar un contrato es no saber si se les devolverá la fianza completa. Aquí algunos consejos:

  • Haz fotos del estado de la vivienda al entrar y al salir.
  • Entrega llaves formalmente, preferiblemente con un documento firmado.
  • Solicita un informe de devolución por escrito.

Otro dolor habitual es la incertidumbre de dónde ir si no te renuevan. Por eso, empieza a buscar alternativa habitacional con tiempo. Y valora acudir a empresas que te ayuden con la gestión completa del alquiler, como Alquiler Seguro.

Antes de irte… un último consejo

Finalizar un contrato de alquiler no tiene por qué ser un drama. Con información, previsión y diálogo, puedes convertirlo en una oportunidad para mejorar tu situación.

Hazlo con cabeza. Defiende tus derechos. Y si lo necesitas, apóyate en profesionales del sector que te asesoren con transparencia y experiencia.

Porque saber negociar, también es alquilar con inteligencia.

No dejes de mirar:

Amante de la decoración, comparto mis experiencias, trucos y opiniones en Me Gusta Decorar, con el noble objetivo de hacer de vuestro hogar un lugar mucho más cálido y acogedor :)

Comments are closed.

Pin It